Por Gerardo Honty – Diariamente vemos en los canales de noticias o leemos en los periódicos, acerca de los avances de las energías renovables en América Latina. Proyectos de energía eólica, solar, geotermia son presentados con cierta frecuencia lo que da la idea de que la región está rápidamente transformado su matriz energética.
Pero en la realidad, si miramos la evolución de la participación de las fuentes renovables en la matriz energética latinoamericana vemos que esta no es tan profunda como revelan las noticias en los periódicos. En verdad si analizamos los datos fríos vemos más un retroceso que un avance.
Según los datos que nos aporta el último Anuario de CEPAL publicado en 2016 las energías renovables muestran una participación menor hoy de lo que fue en 1970.
Gráfico 1: Participación de las energías renovables en la matriz energética de América Latina. En porcentaje. 1970-2014. Fuente: CEPAL. Anuario estadístico 2016
No es que no haya aumentado la oferta de fuentes renovables. Efectivamente se ha incorporado energía solar, eólica y de biomasas al mix energético latinoamericano. El problema es que el uso de combustibles fósiles ha crecido más y consecuentemente, en términos porcentuales la participación de renovables es menor.
En el Gráfico 2, hasta la línea vertical, puede verse la evolución de las distintas fuentes desde 1990 hasta la fecha. Como puede apreciarse hay un gran incremento del uso del petróleo, la hidroelectricidad (una fuente de uso muy extendido históricamente en la región) y del gas natural. Pero las otras fuentes renovables como la solar, la eólica o la geotermia, tienen una participación muy, pero muy baja.
Desde la línea vertical hacia delante puede verse la perspectiva hacia el futuro del consumo de energía en América Latina según la prospectiva de la Agencia Internacional de la Energía. Hacia 2035 las renovables aumentarán su participación en la matriz, pero mucho más aumentará el uso de combustibles fósiles.
Grafico 2: Consumo de energía por fuente en América Latina 1990 – 2035. Fuente: World Energy Outlook 2014.
Ahora bien ¿de dónde saldrán esos combustibles?. La región latinoamericana ya alcanzó su pico de producción de petróleo convencional en 2006 como se muestra en el Gráfico 3. No es que se haya agotado este recurso. Aún queda petróleo convencional por extraer, pero la producción petrolera será cada año menor. Habrá que importar petróleo o recurrir a los llamados hidrocarburos no convencionales y a la técnica de extracción conocida como fracking o fractura hidráulica.
El uso de esta tecnología, presenta una serie de riesgos pues implica la fractura de las rocas del subsuelo a profundidades de hasta 3.000 metros o más y el uso de grandes cantidades de aditivos químicos.
Gráfico 3: Pico de producción de petróleo en América Latina. Fuente: BP Statiscal Review of World Energy 2016
El aumento del consumo de petróleo y gas natural ya de por sí es un agravante para el medio ambiente en la medida que aumentará las emisiones de gases de efecto invernadero. Pero si además, estos combustibles son extraídos utilizando la tecnología del fracking, definitivamente no son buenas noticias para el futuro del medio ambiente latinoamericano.
En resumen: La participación de las fuentes renovables ha disminuido en América Latina y cada vez se utilizan más combustibles fósiles. Hacia el futuro la situación parece que empeorará porque este consumo irá en aumento y además se su extracción será más agresiva y amenazante para el medio ambiente.
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Gerardo Honty es investigador en CLAES (Centro Latino Americano de Ecología Social). Publicado en Ambiental.net el 5 junio 2017.