Hubo un severo aumento de la violencia y de las violaciones practicadas contra los pueblos indígenas en Brasil en 2014, especialmente en relación a los casos de asesinatos, suicidios, muertes por inexistencia de atención a la salud, mortalidad infantil, invasiones por posesión de tierras y explotación ilegal de los recursos naturales y por omisión y morosidad en la regularización de las tierras indígenas. Esta es lo que constata el Relatório Violencia Contra los Pueblos Indígenas en Brasil, datos de 2014, que el Cimi tornó público en el 19 de junio en la sede de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB) en Brasilia.
“La situación es muy complicada entre los pueblos indígenas, pero se ve un ataque a los derechos humanos como un todo. Se hace necesario resistir de forma abnegada junto a los condenados de la tierra. Que Dios nos de salud para seguir adelante”, dijo el presidente del Cimi y obispo de Xingu, don Erwin Kräutler. El religioso hizo referencia a la encíclica del papa Francisco sobre ecología y los alertas que hizo el sumo pontífice a los ataques sufridos por los pueblos indígenas en el mundo. El informe del Cimi reafirma tales investidas contra los pueblos originarios. En el evento estaban presentes el secretario de la CNBB, don Leonardo Steiner, y el líder indígena Tito Villalba, guarani kaiowa.
“Sacaron por la fuerza a todos del “tekoha” – lugar donde se es – Para la gente volver es ese sufrimiento. Matones matan, el hambre mata, atropellamiento mata, suicídio mata. No vamos desistir, no. La gente sigue: en bajo de lona, de frío, de calor, de bala. Vamos todo quedar alli” afirmó Tito.
El informe es realizado a partir de la sistematización de datos colectados y compilados con base en las denúncias y relatos de los pueblos, de los líderes y organizaciones indígenas, de informaciones de los equipos misioneros del Cimi que actúan en áreas y de notícias veiculadas por los medios de comunicación de todo el país. También incluye informaciones de fuentes oficiales. El aumento de las violencias y violaciones ha sido constatado en 17 de las 19 categorías que componen el informe.
“Violencias contra los pueblos indígenas portan consigo un histórico no reparado. De las más graves, la participación del Estado sigue y posibilita todas las demás”, afirmó el secretario ejecutivo del Cimi, Cleber Buzado, en el acto de presentación del informe.
De acuerdo con informaciones de la Secretaria Especial de Salud Indígena (Sesai), vinculada al Ministério de Salud, 135 indígenas han cometido suicidio en 2014. Ese número es el mayor en 29 años, de acuerdo con los registros del Cimi. Mato Grosso do Sul sigue siendo el estado que presenta el mayor número de ocurrencias, con el registro de 48 suicídios, totalizando 707 casos de suicídios registrados en el estado entre 2000 y 2014. También es preocupante el elevado número de casos registrados en el Distrito Sanitário Especial indígena (Dsei) del Alto Solimões, localizado en Amazonas, donde son atendidos los pueblos Tikuna, Kokama y Caixana. Solamente en ese Dsei han sido registrados 37 casos de suicídio.
“Decisiones del Segundo Grupo del Supremo Tribunal Federal (STF) ha descaracterizado lo que es tierra indígena. A Constitución Federal no menciona un marco temporal”, dijo Buzado. El misionero explica que ante tales decisiones, las comunidades indígenas se sienten vulnerables, desasistidas. Eso confiere libertad a los enemigos de las comunidades indígenas.
Según informaciones de Sesai, 1398 indígenas fueron asesinados en 2014, contra 97 en el año anterior. Los datos computados por Sesai no permiten un análisis más aprofundado en relación a los pueblos, estado, sexo y edad de las víctimas. Pero según informaciones del Dsei Mato Grosso do Sul, se puede afirmar que esa región figura una vez más como el más violento del país en relación al asesinato de indígenas, con 41 ocurrencias, o 29 por ciento de los casos.
Uno de los datos más chocantes del Informe se refiere a la mortalidad infantil. “La mortalidad infantil y los suicídios exterminan la juventud indígena. Estados frente a una situación absolutamente grave”, analisa la asesora antropológica del Cimi y coordinadora del informe, Lúcia Helena Rangel. Datos preliminares de la Sesai apuntan un total de 785 muertes de niños entre cero y cinco años. En 2013 el informe del Cimi registró la muerte de 693 niños en todo el país. Los Xavante, de Mato Grosso, ha sido el pueblo con el mayor número de niños muertos en 2014, con un total de 116. La tasa de mortalidad infantil (del nacimiento hasta cinco años) entre los Xavante llegó a 141,64 por mil, mientras el promedio nacional registrado en 2013 por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) ha sido de 17 por mil. En Altamira, en Pará, município afectado por obras de la hidroeléctrica de Belo Monte, la tase de mortalidad infantil llegó a 141,84 por mil. Entre los Yanomami fueron registradas 46 muertes de menores de un año. Ese pueblo realizó diversas movilizaciones durante todo el año de 2014, con el objetivo de exigir del gobierno federal una mejor atención en el área de salud. En relación a muerte por falta de atención médica, en 2014, han sido registrados 21 casos. En el año anterior, siete muertes han sido registradas.
Tal como ocurrió en el año anterior, el gobierno de Dilma Rousseff siguió atendiendo a los intereses y presiones del agro-negocio en 2014. La presidenta de la República no firmó ninguna homologación de tierra indígena, a pesar de haber por lo menos 21 procesos de demarcación de tierra sin obstáculos administrativos o judiciales permanecerem en su gabinete al final del año aguardando tan solo su firma para homologación.
La misma orientación siguió el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo. Nueve procesos aguardaban tan solo su firma para ser publicadas las respectivas portarias declaratorias. También el el caso de esas tierras no hay ningún impedimento legal y/o administrativo para que los procesos de regularización avancen en el Poder Ejecutivo.
En ese contexto, en 2014, el Cimi ha registrado 118 casos de omisión y morosidad en la reglamentación de tierras, más que el doble del registrado en 2013, 51 ocurrencias. En Pará, estado con el mayor número de casos, el no reconocimiento de las tierras indígenas está directamente ligado a las intenciones del gobierno federal en construir grandes hidroeléctricas, como el caso de la planta de São Luiz de Tapajós, que se construida inundará aldeas, forestas y cementerios de la Tierra Indígena Sabré Muybu, del pueblo Munduruku.
En Mato Grosso do Sul, estado con 24 ocurrencias de omisión y morosidad en la reglamentación de tierras, las comunidades indígenas viven al margen de las carreteras, en tiendas de lonas, cercadas por matones disfrazados de seguridad y sujetas a todo tipo de violencia, inclusive a desalojos violentos.
En 2014, más que duplicaron también los registros relativos a invasiones por posesión de tierras, explotación ilegal de recursos naturales y daños diversos al património. Mientras en 2013 han sido registradas 36 ocurrencias, en 2014 se registró 84 casos.
El Informe Violencia Contra los Pueblos Indígenas – datos de 2014 también contiene artículos que contextualizan y profundizar en el análisis sobre los datos recogidos. La baja excepción presupuestaria de los recursos públicos disponibles para la acción de demarcación de tierras indígenas, dentro otros, revela que no es por falta de recursos financieros que las demarcaciones no se realizan. La histórica violencia institucional practicada contra los pueblos indígenas también esta en el Informe, a partir de casos muy graves de violaciones realizadas por fuerzas policiacas en 2014. Un nuevo capítulo, titulado Memoria y Justicia, contiene reflexiones sobre el reciente violencia sufrida por los pueblos durante el período de la dictadura militar y las recomendaciones de la Comisión Nacional de Verdad en su capítulo específico sobre los pueblos indígenas.
Original de pravda.ru – Fuente: Relatório de Violências Contra os Povos Indígenas – Dados 2014