Una exploración de los profundos cambios en la política actual, en su más amplio sentido, y que están en marcha bajo la pandemia. Inspirado en la idea de necropolítica del camerunés A. Mbembe, se alerta sobre una política que deja morir a las personas y la Naturaleza sin sentir culpa o vergüenza en ello. La escala de la necropolítica es planetaria, porque son centenas de millones de personas bajo todo tipo de controles y vigilancias.
Al mismo tiempo, se refuerza su propósito de mantener vivas a las economías aunque éstas generan esos muertos-vivos, que deambulan en la pobreza y la violencia.
Presenciamos el resultado de un fracaso generalizado de la política, y es la pandemia la que lo deja en evidencia, ya que ha sido incapaz de remontar la crisis sanitaria ni las otras crisis asociadas. La necropolítica produce y a la vez se nutre de una mezcla de indiferencias, impotencias e incapacidades por opresiones que modifican sustancialmente las argumentaciones morales de la política.
La categoría necropolítica ha sido empleado en otros casos para enfocarse en la muerte, mientras que en este artículo el enfasis está puesto en que naturaliza el dejar morir; otros abordan especialmente la violencia, mientras que aquí ésta es parte de varias manifestaciones y no solamente la violencia. Así, se explilca la preocupación en especial ante los recortes y reconfiguración moral de la política.
Es por ello que la necropolítica en este ensayo es interpretada como la consecuencia de una Modernidad agotada, incapaz de detenerla y fatalmente productora de ella, al estar sumergiéndose en la repetición, la aceptación y la resignación.
El texto fue publicado en el número 2 de la revista Palabra Salvaje. Esa versión está acompañada de varias fotos que ilustran las caras de la pobreza y la crisis en las calles de la ciudad de Montevideo.
El texto completo se puede descargar aquí…
El sitio de la revista Palabra Salvaje es aquí…
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